La llegada del frío es celebrada por algunos y temida por otros, pero lo cierto es que cada cambio de estación requiere de unos cuidados específicos, y con el cabello no sería diferente. En invierno, la humedad y el viento pueden ser grandes villanos para nuestros cables, además, debido a la menor temperatura, existe la necesidad de usar la secadora con más frecuencia y tomar baños calientes, lo que puede provocar sequedad y frizz. . Para evitar el daño, consulte algunos consejos para cuidar el cabello en ese momento.
El principal peligro de esta temporada es la temperatura del agua en la ducha. Tomar una ducha muy caliente para alejarte del frío durante unos minutos puede resultar bastante sabroso, pero no es lo mejor que puedes hacer por tu cabello. Según la dermatóloga Fernanda Bortolozo, de la clínica Leger, el agua “desnuda”, en contacto con el cuero cabelludo, hace que la cutícula se abra y esta agresión provoca la pérdida de brillo y la sedosidad de las hebras.
Por eso, algunos productos pueden ser los grandes aliados de esta temporada. Apuesta por los que sellan (cierran) la cutícula y que hidratan el cabello, como acondicionadores y sin aclarado. Tenga en cuenta que si ya tiene dermatitis atópica o seborreica, ¡la atención debe duplicarse! Es necesario hidratar y sellar la cutícula constantemente para que no quede expuesta y se dañe.
Dejar que tu cabello se seque de forma natural puede que no sea la mejor opción, tanto por el inconveniente de sentir el cabello mojado como porque está expuesto al viento en la calle. Por eso es común que las personas usen el secador de pelo. Para evitar que este hábito estropee tu cabello, es interesante que inviertas en un protector térmico, que evitará que el cabello se rompa y protegerá la cutícula.
Un consejo importante es: asegúrese de lavarse el cabello. Incluso puede ser tentador dejar de lavar los hilos en invierno para ahorrarse la molestia de secarlos, pero no es lo ideal. La limpieza del cabello es fundamental para asegurar el brillo y la salud del cabello, así que lávelo como de costumbre. La atención especial se debe al tipo de tu cabello, así que intenta utilizar productos adecuados para él y sigue un horario que esté acorde con esa especificidad. El cabello graso requiere un lavado más frecuente. Las personas con cabello seco pueden pasar unos días sin lavarse.
También debemos tener en cuenta que el cuidado comienza de adentro hacia afuera. La nutricionista Nívea Bordin, explica cómo una alimentación saludable también puede favorecer el cabello.
“La preocupación por la comida se refleja directamente en el cabello, pero va más allá de comer alimentos ricos en vitaminas. También es fundamental evaluar si el intestino está funcionando correctamente, una flora bacteriana preservada es muy importante para la producción de vitamina B y para una buena absorción de nutrientes que garantizarán la salud de las hebras ”
Algunos buenos alimentos para impulsar el consumo en este momento son: espinacas, almendras, aguacate, huevos, carne. Siempre que sea posible, evite los alimentos procesados.