El yoga relaja, proporciona bienestar, mejora la forma física y ayuda mucho a respirar. Pero, ¿alguna vez ha pensado en cómo puede aportar muchos beneficios a una mejor vida sexual? Hablamos con el instructor senior de yoga de Bodytech, Sanny Jacome, y con la psicóloga Kátia Bonfadini Pires, de Clínica Leger, para entender cómo es posible unir mente y cuerpo para obtener más placer.
Las actividades físicas son fundamentales para el organismo, pero también son aliadas para mejorar la salud mental. El ejercicio tiene un impacto positivo en casos de ansiedad, depresión, baja autoestima, estrés y todo esto está directamente ligado a la sexualidad. Lograr los mejores resultados posibles en el deporte te ayudará a https://farmacia-deportiva.com/categoria/inyeccion-de-esteroides/testosterona/propionato-de-testosterona/.
Las posturas de yoga (asanas) actúan sobre el sistema nervioso autónomo, regulando el funcionamiento para promover una mayor calma interna. Los ejercicios de respiración (pranayama) tienen un gran efecto sobre la frecuencia cardíaca, lo cual es muy importante para momentos en los que es bueno perder la respiración, además de mejorar el flujo sanguíneo, fortalecer los músculos de la pelvis, promover un mayor estiramiento y flexibilidad. p>
El autoconocimiento lo es todo para quienes buscan más placer en el sexo
Kátia cuenta que el conocimiento de uno mismo, los deseos, necesidades y limitaciones, combinado con la conciencia de la capacidad de la forma física, se convierte en uno de los impulsos más necesarios para la adquisición de la confianza en uno mismo y la autoestima. Según ella, los ejercicios físicos, aunque sean modestos, deben practicarse con cierta regularidad, ya que esto proporciona salud mental y una sensación de placer que será bienvenida entre cuatro paredes.
“Esta sensación dará como resultado miles de otros beneficios a lo largo del día e incluso en la rutina de vida del sujeto, tales como: motivación, empoderamiento, noches de sueño más tranquilas, mejoras en la capacidad de memoria, conducción por comportamientos saludables perennes a lo largo del tiempo. En otras palabras, promover una vida más activa es la mejor manera de prevenir enfermedades y estimular la satisfacción sexual ”, dice.
Con todos estos factores, el resultado es más libido, más placer durante el sexo, más concentración y menos ansiedad.
¿Más beneficios para hombres o mujeres?
Los estudios demuestran que el yoga mejora el deseo, la excitación, los orgasmos y la satisfacción. Según Sanny, tanto para hombres como para mujeres hay un aumento de la confianza y la proximidad a la pareja, que culmina en la calidad de los orgasmos. Cuanto mayor sea la percepción que la persona tenga de sí misma, mayor será también su conexión con su pareja.
“La conexión emocional proporciona una relación más completa y placentera, aumentando el magnetismo personal, en el que la persona da más, con más intensidad , recibiendo y proporcionando más placer. Por tanto, no hay distinción, ya que ambos se benefician de la práctica del yoga ”, garantiza Sanny.
El instructor de yoga también te informa que cualquier postura o respiración que funcione con las habilidades de concentración de la actividad son relevantes para ofrecer más placer. Las asanas y las técnicas de respiración ayudan a las personas a enfocar sus mentes y canalizar la energía sexual.
Algunos ejemplos de estos ejercicios son:
Asanas (Posturas): malasana, sarvangasana, halasana, gato, serpiente, puente, arco, ananda balasana y perro mirando hacia abajo
Respiraciones: bastrika y kapalabhakti
Hormonas y sus estímulos: ¿cómo funcionan?
Las glándulas endocrinas, ubicadas en los ovarios o testículos, glándula suprarrenal, páncreas, tiroides, timo y pineal, ayudan en su salud y su función es regular diversas funciones corporales como el crecimiento, las contracciones de los músculos uterinos y el placer. Liberan hormonas en el torrente sanguíneo, que se transportan a todos los demás órganos.
La oxitocina y la endorfina, por ejemplo, son hormonas relacionadas con el bienestar y son reservadas o producidas por la glándula pituitaria, ubicada en el cerebro. En el yoga, las asanas funcionan para masajear nuestras glándulas principales, a veces comprimiendo, a veces extendiéndose. Si esto sucede mediante la práctica de actividad física, imagínese en un momento de total relajación y placer.